La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que, entre el 2030 y el 2050, habrá alrededor de 250 mil muertes anuales adicionales, atribuibles específicamente a consecuencias del cambio climático global. La OMS y otras organizaciones internacionales vinculadas a la salud, han manifestado y demostrado que el ambiente es parte importante de los determinantes del estado de bienestar de las personas y como tal, influye directa e indirectamente en los índices de salud de una comunidad.