El cáncer de fosas nasales es una enfermedad caracterizada por la formación de células malignas (cancerosas) en los tejidos de los senos paranasales y la cavidad nasal. El cáncer de seno paranasal y de cavidad nasal es un tipo de cáncer clasificado dentro del grupo denominado cánceres de cabeza y cuello.

Los senos paranasales y la cavidad nasal filtran y entibian el aire, y humedecen el aire antes de que este entra a los pulmones. El movimiento del aire a través de los senos paranasales y otras partes del aparato respiratorio ayuda a producir los sonidos del habla.

Se cree que la exposición frecuente a ciertas sustancias químicas o al polvo en el lugar de trabajo, son factores que aumentan el riesgo de desarrollar este tipo de cáncer. Las personas más propensas a este tipo de cáncer son los trabajadores que se dedican a la fabricación de muebles, aserraderos, carpintería, zapatería, encahapado de metales y molienda de harinas o panaderías.

Otros factores de riesgo son: Tener la infección por el virus del papiloma humano (VPH); ser varón y mayor de 40 años de edad y el tabaquismo.

Las molestias en los senos paranasales y sangrado nasal constante son sus principales síntomas. Es posible que no se presenten signos o síntomas en los estadios tempranos de la enfermedad. Estos aparece a medida que crece el tumor.

Consulte con su médico si tiene alguno de los siguientes signos o síntomas: Senos paranasales obstruidos que no se destapan o presión en los senos paranasales; dolores de cabeza o dolor en los senos paranasales; goteo nasal, sangrado nasal, masa o llaga dentro de la nariz que no se cura, masa en la cara o el paladar, adormecimiento o cosquilleo en la cara, hinchazón u otro problema en los ojos, como visión doble u ojos que apuntan en diferentes direcciones; dolor en los dientes superiores, dientes flojos o dentaduras postizas que ya no se ajustan bien y dolor o presión en el oído.

Diagnóstico y tratamiento
Ciertos factores afectan el pronóstico (probabilidad de recuperación) y las opciones de tratamiento, por lo que su detección temprana es clave. Por ello, el paciente debe recurrir ante un médico especialista en otorrinolaringología para una evaluación. Los resultados indicarán la necesidad de referirlo ante un médico oncólogo para tratamiento.

Para un diagnóstico el paciente será sometido a una serie de revisiones que incluyen una evaluación física, la elaboración de una historia clínica y la realización de exámenes que pueden incluir: radiografía de la cabeza y el cuello, imágenes por resonancia magnética (irm), tomografía computarizada (tc), biopsia, nasoscopia y laringoscopia.

Con frecuencia, los cánceres de seno paranasal y cavidad nasal ya se diseminaron en el momento del diagnóstico y son difíciles de curar. Después del tratamiento, es importante un seguimiento frecuente y cuidadoso de por vida porque aumenta el riesgo de tener un segundo tipo de cáncer de cabeza y cuello.

Por Dr. Mario Grenald – Otorrinolaringología